Noticias Ondas Lasser.- México se ha convertido, sin proponérselo del todo, en el nuevo edén para los amantes del lujo discreto, la sofisticación sensorial y, particularmente, para los apasionados del Habano. Con miles de viajeros estadounidenses y europeos cada mes en destinos selectos del país, el turismo sibarita vive una nueva ola dorada, impulsada por un tesoro que no pueden encontrar legalmente en casa: los codiciados Habanos.

En Estados Unidos, los puros siguen siendo un placer prohibido. En Europa, aunque la oferta es más abierta, ciertos ejemplares de vitolas exclusivas o ediciones limitadas escasean o simplemente no llegan. Es en México donde esta joya del ritual de los apasionados a los buenos humos encuentra un escaparate ideal, rodeado de paisajes que maridan a la perfección con una copa de ron añejo, un atardecer de fuego y la elegancia de un momento bien vivido.

México ofrece una selección premium de Habanos, incluidas ediciones limitadas, con asesoría personalizada para seleccionar las mejores vitolas.

Los destinos favoritos del turismo fumador

San Miguel de Allende, con su aire colonial y noches eternamente doradas, es uno de los epicentros de esta experiencia. Aquí, casas boutique organizan tastings privados de Habanos maridados con destilados de autor mexicanos: mezcales de agave silvestre, tequilas extra añejos y rones artesanales. Todo, en terrazas que miran hacia un cielo que parece pintado al óleo. Esta zona del país ofrece experiencias imperdibles en viñedos donde los visitantes se adentran en el fascinante mundo del vino acompañado de un buen Habano.

San Miguel de Allende

La Ciudad de México, con su creciente circuito de cigar lounges de alta gama en zonas como Polanco y la Roma, ofrece experiencias de alto nivel: cajas personalizadas, acceso a ediciones regionales y servicios de concierge fumador, que gestionan reservas en restaurantes con zonas para fumadores.

Playa de Cancún

En Cancún y Los Cabos, los resorts de lujo ahora integran espacios diseñados para la contemplación lenta: salas de humidores climatizados, cartas de puros con joyas cubanas difíciles de conseguir incluso en La Habana, y sommeliers de tabaco entrenados para guiar a los visitantes en una experiencia casi mística.

Ensenada y Valle de Guadalupe suelen tener actividades muy agradables desde cenas hasta catas de sus vinos que se combinan con maridajes de Habanos exclusivas para cerrar con broche oro el día.

Más que humo: el ritual

Estos viajeros no vienen por una postal rápida. Vienen a vivir el lujo que no se grita, el que se saborea. Son ejecutivos, coleccionistas, conocedores y bon vivants que encuentran en México buscando el placer genuino de los buenos humos, sin prisas ni artificios. Buscan lo que no está en los escaparates: una hoja bien curada, un servicio impecable, una sobremesa que se extiende hasta que el Habano se apaga por sí solo.

Una tendencia en crecimiento

Firmas hoteleras, clubes privados, y touroperadores boutique están diseñando itinerarios a medida para este segmento que no deja nada al azar. Cómo cenas maridaje en locaciones secretas, la oferta crece con un común denominador: exclusividad, buen gusto y un profundo respeto por el arte del buen fumar.

México se posiciona así como un destino no solo hospitalario, sino curador de experiencias que apelan al gusto elevado y al placer responsable. Porque el lujo no está en lo que se muestra, sino en lo que se entiende. Y para el aficionado sibarita, México hoy es un secreto bien guardado que se disfruta lento, como un gran Habano.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here