Por  Soni Naranjo.- OPPO se ha caracterizado por ofrecer smartphones que destacan en diseño, incorporar componentes que normalmente se ven en el segmento insignia, excelente fotografía y video, e incluso su carga rápida. Pero lo que no se menciona con la frecuencia que debería es el estricto trabajo que la compañía realiza en el apartado de durabilidad en todos sus productos, incluyendo, por supuesto, el recientemente lanzado Reno10 5G.

La calidad del nuevo modelo es insuperable. Ha sido diseñado para superar los retos de todos los días, por más tiempo que nunca. Esto ha sido posible gracias a las estrictas y exhaustivas pruebas a las que los smartphones son sometidos para garantizar que cuentan con un nivel de calidad líder en la industria antes de llegar a manos de los usuarios.

El equipo encargado de realizar estas pruebas lleva por nombre Quality Engineer Reliability Lab, y se encarga de verificar la calidad de los dispositivos desde sus primeras fases de desarrollo y hasta la etapa de producción masiva.

Las estrictas pruebas que realizan para garantizar que los productos OPPO pueden superar las condiciones más extremas, tanto ambientales como de uso, consisten en replicar las situaciones más comunes que le ocurren a un smartphone; golpes, rayaduras o caídas accidentales, por mencionar algunas.

Una de las acciones que los usuarios realizan con mayor frecuencia con sus smartphones es cargarlos, por lo que es importante que el puerto de carga sea resistente. Por ello, realizan pruebas que consisten en conectar y desconectar 10 mil veces el cargador, o sacudir el conector 5 mil veces con una fuerza de 3 kg. El smartphone no debe interrumpir la carga o la transferencia de datos durante la prueba.

En el laboratorio, también se realizan pruebas relacionadas con el entorno en el que vivirán los smartphones, para soportar hasta las condiciones más extremas.

La resistencia al agua es de las principales, y una de las pruebas sumerge a los equipos en diferentes ángulos y posiciones. Adicionalmente, los dispositivos incluso se exponen durante 2 horas a un rocío de agua con 5% de sal en su composición, para después pasar a un ambiente de calor extremo de 50°C y 95% de humedad, y luego dejarlo a temperatura ambiente, en un proceso que se repite 3 veces.

El procedimiento también incluye una simulación de sudor, que cubre a los teléfonos en una tela “sudada” y se guarda en un ambiente húmedo y caluroso durante 48 horas.

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